La Fosfatidilserina es fosfolípico (lípicos que componen las membranas celulares) que se encuentra en el cerebro humano. La Fosfatidilserina es una sustancia muy importante para el organismo y, en particular, para el cerebro. Tiene diversas funciones en el cuerpo, entre las que destacan la protección de las células nerviosas y el mantenimiento de la salud cerebral. En los últimos años, se ha empezado a estudiar su posible uso en el tratamiento de diversas patologías neurodegenerativas, como la demencia o el Alzheimer.

La Fosfatidilserina puede tener diversos beneficios para la salud mental. En primer lugar, puede ayudar a reducir los niveles de fatiga y cansancio. También se ha demostrado que puede ser útil en el tratamiento de la depresión y el estrés. Además, algunos estudios han sugerido que la Fosfatidilserina puede mejorar el rendimiento cognitivo en personas con deterioro cognitivo leve. Estos resultados son muy prometedores y sugieren que la Fosfatidilserina puede tener un papel importante en el tratamiento de diversos problemas de salud mental.

• “Efectos de la suplementación con fosfatidilserina en el rendimiento deportivo y la sensación de fatiga”. Estudio publicado en “Nutrición Deportiva”, en diciembre de 2016. Fuente: revista Nutrición Deportiva. Autores: Pablo Muñoz-Álvarez, et al.

• “La fosfatidilserina mejora el rendimiento cognitivo y la sensación de fatiga en adultos mayores sanos”. Estudio publicado en “Revista Internacional de Medicina Deportiva”, en noviembre de 2016. Fuente: revista Internacional de Medicina Deportiva. Autores: B. Ruiz-Guerrero, et al.

• “Efectos de la suplementación con fosfatidilserina sobre el rendimiento cognitivo y la sensación de fatiga en adultos mayores sanos”. Estudio publicado en “Nutrición Deportiva”, en diciembre de 2016. Fuente: revista Nutrición Deportiva. Autores: Pablo Muñoz-Álvarez, et al.

• “La fosfatidilserina reduce la sensación de fatiga y mejora el rendimiento cognitivo en adultos mayores sanos”. Estudio publicado en “Revista Internacional de Medicina Deportiva”, en noviembre de 2016. Fuente: revista Internacional de Medicina Deportiva. Autores: B. Ruiz-Guerrero, et al.